San Marcos, San Salvador, El Salvador. Claudia toma su nuevo rol como facilitadora escolar en el Comité de Prevención de Violencia de Género con mucha seriedad.
Los comités son parte de la iniciativa “Protección y prevención de violencia de género de niñas, niños y adolescentes en centros educativos”, un proyecto implementado por UNICEF y OXFAM desde 2012 en varias escuelas en El Salvador.
Claudia explica que su interés inicial por convertirse en una facilitadora escolar fue para “comprender los riesgos que enfrentamos las niñas en El Salvador”.
Mientras sus compañeros están en clase, Claudia y un grupo de 19 niñas discuten con la instructora acerca de cómo tener más auto confianza, creatividad e independencia en un ambiente con tantos obstáculos para las niñas. También discuten sobre las causas y consecuencias del embarazo en adolescentes y aprenden sobre la prevención.
Claudia de 12 años, considera que la información que le han brindado en las tres capacitaciones en las que ya ha participado son de mucha utilidad para comprender mejor la situación que está viviendo su prima de 14 años, quien fue violada por su padrastro.
“Lo que mi prima ha experimentado es algo muy malo y lo que más tristeza me da es que toda la familia la ve mal. Creo que esto pasó porque sus padres están separados… y su mamá casi nunca está en casa. Mi prima no sale (de la casa) porque quizás siente vergüenza y a su padrastro no le pasó nada”, dice Claudia.
Debido a la experiencia de su prima, Claudia cree que su rol como facilitadora es crítico para evitar que otras niñas experimenten esta clase de violencia que su prima ha sufrido.
La Oficial de Protección de UNICEF, Sandra Aguilar, indica que reconocer que la violencia de género no es un problema que solo ocurre en la adultez es un paso clave para abordar el problema. “Es importante reconocer que las niñas son las víctimas principales de la violencia de género y que pueden ser afectadas a una edad muy temprana. Queremos empoderar a las niñas tanto como a los niños y darles la información y herramientas para permitirles identificar y prevenir situaciones o comportamientos que pueden llevar a este tipo de violencia”, dijo Aguilar.
De acuerdo a un estudio del 2015 realizado por el Ministerio de Salud y UNFPA, el 30% de todos los nacimientos que ocurrieron, en todo el país, fueron de niñas y adolescentes entre los 10 a 19 años de edad. Esta estadística representa más de 25 mil nacimientos por año.
La Oficial de Protección de UNICEF subraya que también es importante construir la capacidad de los varones adolescentes, ya que sin su involucramiento los cambios en el comportamiento hacia la violencia de género no serán posibles.
“La adolescencia es una etapa crítica para romper con los estereotipos de género y los ciclos de violencia, y para transformar adolescentes (niñas y niños) en agentes de cambio para sus compañeros, familias y comunidades”, enfatizó Aguilar.
Con el apoyo de UNICEF y OXFAM, este proyecto está siendo implementado en 28 escuelas en cuatro municipalidades: Santo Tomás, Santa Tecla, San Martín y San Marcos.
Claudia dice que quiere ayudar a cambiar ideas preconcebidas sobre el rol de las niñas en su escuela. “Solían decirnos que para ser una mujer teníamos que ser madres, ahora yo sé que esto no es correcto y no es necesario. Queremos ser niñas, no madres”.
